Un clásico del recuerdo

Final Copa Bolivariana

El domingo es el clásico Caracas-Táchira.

Por la foto esperarán que se evoque aquel encuentro de 2000 en San Cristóbal, con el famoso autobús en llamas. Pero hoy el recuerdo nos lleva un año más atrás. Más específicamente al 10 de octubre de 1999.

Ese día el juego tuvo como escenario el estadio Olímpico de Caracas. El Brígido Iriarte, sede natural de los rojos estaba en condiciones poco aptas para hacer deporte en él. Así, en medio de la por muchos (?) recordada campaña de los avileños en la Copa Merconorte de ese año, se jugó este encuentro.

Ambos venían bien. Táchira venía de primero y de ganarle entre semana al América de México con gol de Patón González. Caracas venía segundo a cuatro puntos y con un solo juego perdido. Eran, además épocas de revancha del 4 a 0 que los aurinegros habían obtenido en el estadio Nacional en 1998.

Taquilla récord (?) de ocho mil personas en el coso de Los Chaguaramos, la mejor en la capital ese año. La cancha rasgada del estadio universitario permitió un juego entretenido. Patón andaba en racha y a centro de Tortolero puso el 1-0. El empate llegó rápido con media volea de Urdaneta.

Un centro de Elvis Martínez fue aprovechado por Cardinal, recordado baldosero, quien batió a Guacharaca Baena para el 2-1. El primer tiempo, bastante entretenido cerró con el empate luego de una combinación de los Gabys para que Juan García anotase. El visitante había pegado una en el palo antes.

El gol de cabeza de Juancho hizo que este partido no pasase al olvido. El país lo vio por MTV. Todavía hoy existen diferencias: ¿Entró por fuera? ¿La red estaba rota en el arco que da al Universitario? Patón reclamó a rabiar con Romanello, Fasciana y el resto. Los rojos sólo mostraban que la pelota entró ajustada al palo. La repetición no ayudó, la red era verde no blanca. Igual, el gol valió. Es el famoso gol de la malla rota.

Apenas empezó la segunda parte, con la tribuna caliente en una época en que la separación entre parcialidades era una escalinata o alguna familia, Miranda puso el 3-2. Mediando la segunda parte, Fasciana se va expulsado por falta sobre Pájaro Vera. A cinco para el final, José Félix Gutiérrez puso el 3-3 final, gritándoselo en la cara a sus ex compañeros. Por supuesto, la tribuna para ese momento ya había tenido la coñaza de costumbre.

Luego de este juego, Táchira siguió su camino triunfal hasta la quinta estrella. Caracas hilvanó la actuación que le llevó a perder la Merconorte en los penales ante Santa Fe en El Campín en las semifinales. De este modo, el 3-3 fue otro ladrillo para construir el llamado "clásico moderno" que se reeditará el próximo 20 de agosto.

Por Cóndor