Una constante en MTV
Manuel Di Maio es ahora el dueño del pórtico de Trujillanos (hasta que Ponzo diga lo contrario).
Visitó el guerrero la capital, y por consiguiente, era televisión para todo el país.
Las cámaras son parte del secreto para que los metas visitantes se luzcan en Cocodrilos. También lo son la mala puntería de los rojos, la actitud defensiva de los rivales del campeón, los disparos flojos y frontales, los cabezazos de Vizcarrondo...
Como todos los demás arqueros de equipo chico (?) que han pasado por Caracas, Di Maio -aparte, ficha de los avileños- sacó varias, entre ellas dos buenas y una imposible.
Así pasó del horario no supervisado al supervisado. Di Maio, además de atleta y joven que juega al fubol, es protagonista, mejor beneficiario, de uno de los tantos infomerciales que pone en antena el canal deportivo luego de la medianoche. La pretemporada no le hizo falta porque bajó de peso con una de las mágicas soluciones estilo "¡Llame ya!".
Y después se quejan del duro trabajo previo al campeonato. Lo dijo el Muñeco Arnold Rivera, recordado portero caraqueño que hizo carrera en el banco de Estudiantes: "En el interior siempre hay oportunidades" (?).
Por Cóndor
2 comentarios:
el guerrero de las patas podridas, las uñas largas y el enemigo de jabon y el agua............................
puro fisico podrido.
disculpen me equivoque de comentario. el mensaje anterior es mentira.
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