Uno de tantos pozos Jornada 10, que empezó el jueves y terminó el domingo.
Algunas diferencias marcadas por Maracaibo en la parte alta.
El jueves, Táchira vio como se le caía el castillo de naipes y sin gol vio como Juancho era condescendiente y les metía uno solo. Luego llegó Massia solo y con inédita sangre fría cerró el asunto. Entre otras cosas, flojo lo de Leo Jiménez, lo de Campos, lo de Márquez, lo de Tortoledo... cuánto nombre repetido...
Mineros se devolvió en barco (?) y mantuvo la punta hasta el sábado. Ese día el UAM ganó, sufriendo, en la segunda parte, como a ellos les gusta, y regresó al primero. Anotaron Delfino y Beraza, tipos que cuando aparecen, aparecen.
En Maturín la cosa estuvo húmeda (?). El partido arrancó con dos horas de retraso, mientras por la lluvia, todos luchaban, a tobazo limpio, con los charcos de la cancha del Comanche. Y para nada, porque después Caracas goleó a Monagas.
El domingo siguió la cosa. Zamora empató de local como es costumbre. Aragua ganó bien en casa. La mostaza de local no perdona a los chicos y con eso le alcanza. Allí fue el primer autogol del torneo, lo hizo Wasmis, parte de la generación de Arequipa.
Entre semana, más fútbol, Venezuela visita Uruguay. En el país oriental la selección no es noticias, mientras que aquí le dicen la selección de los chamos. O sea que la que fue a Suiza es la selección de los viejos, y la que jugará la Copa América es la de los veteranos.
Los premios. El Gaby Miranda es para John Palacios, goleador de cabeza en Socopop. El Koji Seita es para Iván Champeta Velásquez, luego de otra jornada aportando a la causa roja. El Alexander Echenique lo ganó, en cerrada lucha, José Rafael Bottini, responsable en los goles que le hicieron en Maturín.
Por Cóndor
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