Se enrachó Delfino Cerró la primera vuelta con 17 goles en tres juegos. Los otros dos fueron 0 a 0.
Aparecieron varios goleadores y a la cabeza de todos están Robinson Rentería (léase bien, Robinson Rentería) y el UAM.
Lo de Táchira fue algo inesperado que terminó siendo noticia. La única goleada de la primera ronda se dio en un ratico. Trujillanos, cómplice de todo esto. Mientras, en Maturín, la lluvia, según las crónicas (?) acompañó un cero a cero que sigue alejando a Portuguesa.
Zamora, como siempre, no pudo manejar la ventaja que tenía en el marcador, esta vez Juancho sacó el empate en Socopó. Carabobo sigue indetenible, con Delfino en plan goleador, sí el mismo que estaba distanciado, al que algún medio le fundió la carrera y muchos daban por ido.
Y el Maracaibo-Caracas. Partido feo, con 25 mil personas como testigos silentes. Pocas llegadas, poca velocidad, cambios que no aportaron. Y por supuesto, el tipo de las franelas de Pepsi que voló una de esas camisas del estadio por todo el centro del techo de la principal. De resto, poco más, es decir, otro 0 a 0. Ya alguien dijo que era porque se respetaban mucho. Bueno, en verdad es porque fue un partido malo.
Los premios. Táchira casi arrasa esta vez, y eso que hubo tipos con méritos (?) en otros lados. El Gaby Miranda es para Pérez Crouch, si poníamos otros había amenazas de cierre del blog. El Koji Seita es para Diego Rivarola, aporte estéril cada vez que Maldonado lo pone a jugar. El Alexander Echenique es para la generosidad de Javier Villafraz en el segundo gol de "Ah bueno, Chiquitín!".
Por Cóndor
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