29.10.09

¿Se retiró el Divino?

El mundo en un balón

Otra vez homenaje.

Cuando a nuestra mesa de redacción (?) llegó la noticia, no le dimos crédito. Toda esa tarde, todo el personal que trabaja aquí en Eterna Caimanera intentó verificar la información. Los detalles crecían con los minutos, los datos iban y venían, algunos empezaron a recordar anécdotas y de fondo empezó a sonar esa canción, esa que lo evoca directamente aunque quizá no tenga nada que ver con él.

El Divino. Fernando De Ornelas. El Ariete del Señor como le dice Der Pasquin. Uno de los máximos íconos de este viejo (?) sitio en la web decidió colgar las botas y colocarse el traje largo para dirigir a un equipo del ascenso del país que lo ha ido acogiendo como uno de los suyos, Noruega.

Desde aquí le agradecemos por habernos entregado tantas alegrías a los venezolanos, sin importar donde estuviese él o donde estuviésemos nosotros. Las imágenes de sus brazos extendidos hacia el cielo en aquella inolvidable tarde de 2006 en Basilea ante Austria resumen mucho de lo que significó su carrera: una eterna lucha, una constante entrega, un permanente sacrificio, una suma de actitud, inteligencia y fútbol que siempre lo acompañaron.

La primera vez que su nombre tomó relevancia, lo leímos en un periódico cualquiera relatando sus hazañas en Hong Kong. Claro, antes ya lo habíamos oido a través de un radio corriendo en el mediocampo de Marítimo y Táchira. Luego, un buen día, vivió una experiencia única para un jugador criollo: estaba jugando con uno de los equipos más famosos del mundo. Una vez el cable nos regaló escenas suyas en un partido del Celtic campeón de Escocia. Después decidió recorrer el mundo, incluido el regreso al país, y muchas veces estaba ahí, aunque sea en fotos.

Otro buen día, Skien lo recibió. El blanco y negro del Odd Grenland pasó a ser sinónimo del Divino. Amado por el público, no muy querido por técnicos que sólo le pedían goles y no se acordaban de que nunca les falló, así tuviese que ser limitado a sentarse en una tribuna a sufrir las derrotas y celebrar los triunfos. Cuando volvió a Venezuela, por última vez como futbolista, este era otro lugar... y le fue hostil, le pagó mal.

Noruega lo acogió de nuevo, aunque no para dignificar su despedida sino para brindarle una nueva oportunidad. Hoy, ya Fernando es técnico. El mismo que llegaba de Glasgow para ser el Verón de Pastoriza, el mismo que se fue ganando el aprecio de Richard Páez, con goles y pundonor, teniendo que defenderlo irrestrictamente en Nuestra Copa América cuando casi todo el país se le puso en contra.

Sí, lo hicimos notar cada vez que pudimos. Aquí siempre lo tuvimos en un lugar privilegiado. Cómo se dice ¿Divinistas de la primera hora? ¿DeOrnelistas de viejo cuño? Lo somos, si hasta armamos un blog, Grandeza Pura -hoy en desuso (?)- partiendo de sus hazañas, casi que en su honor. Siempre lo tuvimos presente, aunque no lo publicásemos con tanta frecuencia.

¿Habrán nuevos Fernando De Ornelas en las canchas venezolanas o en otras del mundo? Esperamos que sí, sería lo mejor para todos, el Señor sería el primer complacido. Mientras, otra vez, como en cada homenaje: Gracias por todo lo que le diste a nuestro fútbol y nuestro país.

Por Cóndor

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