Siempre intenso El domingo en Pueblo Nuevo hay Táchira-Caracas.
Es la primera vez en años que el clásico vuelve a una de sus casas habituales.
En el torneo, el rojo viene primero y el aurinegro viene tercero. En la Copa, al popular lo eliminaron y los capitalinos avanzaron sin sudar. Hacía rato que no se presentaba con tanta incertidumbre un partido de estos, sin la superioridad de los caraqueños que últimamente los colocaba como favoritos, aunque después la historia varias veces fue otra. Tá pa cualquiera (?).
Eterna Caimanera, siempre queriendo colaborar con el medio futbolero nacional, quiere hacer memoria junto a ustedes de un momento cumbre del venezolanismo (?). Con decir la fecha basta. 17 de diciembre de 2000.
Esa edición del clásico le dio la vuelta al mundo. Y claro, si Caracas venía de ganar en Maracay, en donde era local por obras del viejo parque de El Paraíso. Y claro, si todo se definía en San Cristóbal. Era la finalísima de la Copa Bolivariana.
El país estaba en vilo (?). Rivadero, dos veces, una de ellas con un golazo de cabeza, le estaba dando el título a los tachirenses. Pero, apareció Stalin. Con lo que le quedaba, el viejo crack sacó el partido de abajo y marcó un gol memorable tirando paredes con los rivales en el último minuto.
En su propia casa se quedó Táchira con las manos vacías. Y la gente no aguantó. Como se sabe, la gente bajó a la cancha, Rondón repartió golpes, la policía también, hasta que el autobús pidió permiso y fue el protagonista. Al menos le quitó la portada a Stalin el martes y no el lunes.
La unidad, que era propiedad del equipo visitante, quedó reducida a nada. Saquearon todo. Lo increíble fue que a los fronterizos los sancionaron levemente y no le tocaron la Libertadores, después de que la FVF prometió de todo. Es el primer antecedente de importancia violento entre ambos rivales. De ahí pallá la responsabilidad de todo atropello (?) es compartida, se puede decir.
El domingo en San Cristóbal hay clásico. Que más se puede pedir.
Por Cóndor
1 comentario:
es una lastima quedar por fuera de la copa Vzla.
Pero en si el juego fue emocionante: lluvia, 6 mil personas, 6 goles, 4 expulsados, tachira empata ya en el descuento, casi se gana in extremis. Al final trifulca fuera del estadio, los plataneros no querian salir del mismo, llegaron los pacos, perdigones van, palos y botellas vienen. Se acabó la rumba! se viene el clasico! Q MA!
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