Regreso funesto del premundial.
La selección por momentos pareció un equipo amateur. O uno de esos países estilo Macao (?) cuando juegan con un grande. Venezuela pareció un equipo de inexpertos, de esos que quieren aprender, que apenas saben parar una pelota y ven como niños ilusionados a las figuras que ven por la televisión y sólo cuentan el tiempo para sacarle la camisa o una firma.
Esa fue la impresión que dejó la selección. La de un equipo carente de ideas, de ambición, de estructura, de variantes, de orden, y sobre todo de personalidad.
En el segundo tiempo eran once corriendo sin ton ni son, sin un técnico que les echase una mano. Bueno, el técnico tampoco era que iba a aportar algo, seamos buenos (?). Además, los juveniles fueron directo al matadero como se esperaba, los que venían jugando poco siguieron jugando poco (?), Arango no hizo nada y nos hacen cuatro goles, uno más pendejo que el anterior.
Hay que alegrarse de que ellos no apretaron y fueron cuatro nada más. Es la verdad, porque con esos cuatro les bastó para su pan y circo.
Por Cóndor
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