8.2.09

La noche de la alegría


Lloran como hombres


Venezuela está en el mapa.

La meta de todos en el fútbol nacional se logró.

Por fin, tras décadas de espera, Venezuela está en un Mundial de verdad, no es el de mayores pero es de verdad.

No jugaron bien buena parte del torneo, pero en cada partido algo pasó que asfaltó (?) la vía para que los chamos se arrimasen hasta el Mundial sub 20.

El país quizá no estuvo tan de frente con el equipo, es cierto. Una caimanera entre cuatro novenas desvió buena parte de la atención, mientras veinte pelaos estaban poniendo al país en el mapa. Porque está claro, que si no estás en guerra -y qué bueno que hace rato que por aquí no hay una- la única forma de figurar en el mundo actual es en el fútbol.

Contra Uruguay, parece mentira (?), se dio uno de los mejores partidos del torneo. Los chamos fueron sin miedo al frente, pese a que estaban más que presionados por la victoria de Colombia, que después peló bolas por cierto. Un autogol uruguayo encarriló las cosas y después del gol de Acosta todo fue fiesta.

Siete puntos. No hubo que ganar cuatro partidos, con tres y cuatro empates alcanzó.

Ahora bien, no hay que olvidar que este equipo estuvo a segundos de quedar afuera. Tampoco que se usó el casi siempre inútil pelotazo. Y sobre todo, pero sobre todo, que este logro es de los veinte chamos, que se mataron en la cancha, que corrieron hasta lo último. No es de nadie más, no vendan cuentos y los que se quieran aprovechar del triunfo, para vender, para lucrarse, para querer hacerse un nombre a partir de los chamos, mejor váyanse por dónde vinieron.

Egipto... No se cree todavía. Quién se iba a imaginar que en casa iba el país a lograr su primera vez para ir a un Mundial.


Gracias, chamos

Por Cóndor

1 comentario:

Anónimo dijo...

De acuerdo.

Manuel De Oliveira.