¿Pa qué jugamos 17 fechas?

Todo quedó igual

Casi cuatro meses de torneo.

17 jornadas de lucha.

Todo para que fuese como se dijo al principio: Caracas y Maracaibo, Maracaibo y Caracas.

Además se sumaron los factores de siempre: Táchira se cayó al final, Mineros se cayó sólo, un recién ascendido fue líder, Juancho García pelea la tabla de goleadores...

No sabemos si todas estas jornadas, la plata que se gastó en entradas, periódico, las horas frente a la tele o en internet, las discusiones de café (?) y toda esa polvareda que levanta el fútbol venezolano fueron hechos montados sobre una farsa gestada desde los laboratorios de MTV, Der Pasquín o las 4 páginas futboleras.

Eso de que todos los años estos dos lleguen arriba es atentario contra muchas cosas (?). Es un orden que en cualquier momento se va a romper, pero ahora que estamos en medio de él se pone sospechoso. Es tan cercano eso del montaje, que les tocó jugar en Caracas y en la última fecha. Como para que los redactores, fotógrafos, locutores, técnicos y jerarcas de los medios no saliesen de Caracas.

La Caimana sabe que se juega el pellejo al revelar esto (?).

El resto de la jornada, aparte de los dos 3-1 de los líderes, tuvo una victoria de Táchira acompañada de lluvia, un empate en el clásico entre la gasolina y el hierro, más la victoria de Zamora con goles del Camello y Evelio +10.

Todo servido para la final, que así es como venden la última fecha. Mientras, nos toca conformarnos con las finales de la Copa Sudamericana y el Mundial de Clubes.

Los premios de la penúltima del Apertura: El Gaby Miranda es para César González, por mantener esto igualito. El Koji Seita es para el regreso de Wennedy Sales y Anderson Silva en Portuguesa, tirando al bodrio un post anterior de este rincón. El Alexander Echenique es para el sombrerito de Pedro Duval, cuota autogoleadora que aporta en cada torneo.

Por Cóndor