¡Impresionante!

La vuelta que vale tres puntos

Se jugó la final del ascenso, de la primera parte del ascenso.

Anzoátegui lo ganó a Llaneros en cancha neutral.

Fue 2 por 1 en la generosa (?) cancha del Brígido. El partido es digno de análisis por toda la trascendencia que tuvo.

El país estuvo expectante ante un espectáculo de amplia magnitud. El encuentro reflejó la realidad (?) de la segunda división. Fue un ida y vuelta cada vez que alguno pudo parar el balón para dar dos toques seguidos y luego un pelotazo sin destino.

Con eso, el argentino Gomis, volante con facha de lateral, rompió el cero aprovechando un error del arquero. A partir de allí Llaneros intentó llegar jugando... se le hizo más complicado que al pelotazo.

El ahora verde y azul fue y fue. Anzoátegui sólo esperaba y defendía con una línea de cuatro que en primera no hubiese aguantado el chaparrón (?). El empate lo trajo el movedizo Maximiliano Álvarez, ex ItalChacao, de cabeza desde un saque lateral en jugada anunciada.

La respuesta al gol fue otro gol. Una tronera en la barrera, le pegó a un llanero y cerró la final. El resto del partido fue una corredera sin mucha claridad. Al final, el arquero visitante (?) le sacó el empate al veterano Alejo y no se pudieron dar los ansiados penales. Mejor, porque con los dos metas de anoche todavía estuviesen pateando a ver quién la tiraba por fuera primero.

Después de eso, la vuelta olímpica. Una sola y una copa que se parece a la Libertadores, es decir era una reproducción a escala del corte superior del gran trofeo del fútbol. Ah, y tres puntos para los de oriente y uno para los del llano, bonificaciones que pueden definir (?) la promoción.

Por Cóndor