14.6.08

Revancha

Foto preci(o)sa (?)

Un nuevo Uruguay-Venezuela.

Hoy en día todos hablan de la venganza que tiene guardada la gente de azul clarito (?) luego del 0-3 que les metió la selección ha cuatro años.

Algunos otros advierten de las capacidades del equipo de César después de haber hecho añicos (?) a Brasil.

Eterna Caimanera, vigilante e imparcial, quiso ver la paja en el ojo ajeno (?).

Por eso, se dio a la tarea de repasar la razón primaria por la que Uruguay quiere cobrárselas todas con Venezuela. Así la redacción dejó pasar de largo el gol de Chiquichagua Marín -por falta de foto más que todo- junto a algún otro evento previo y recoger un episodio histórico de hace casi veinticinco años...

Señoras y señores (?), a continuación, El día en que René Torres partió a Morena.

Llegaba septiembre de 1983 y con ese mes la Copa América. Como era la usanza en aquellos días, la selección se reunía muy de vez en cuando. En este caso no lo hacía oficialmente desde mediados de 1981, luego del partido con España en el Olímpico.

La vino se la soltaron al Viejo Cata, que no era tan viejo para ese entonces (?). Como es costumbre en el connotado dt, intentó hacer un trabajo de verdad... pero que va. Poco tiempo y malas condiciones, el uso en ese tiempo, no le dieron mucho chance para dejar algo mejor.

Roque convocó lo mejor posible para un torneo que se jugaba en grupos con partidos ida y vuelta en cada país del continente, o sea sin sede fija. Así armó un equipo relativamente joven, con promesas como Guacharaca Baena, Pedro Acosta, Bobby Ellie, Fosforito Cedeño e Ildemaro Fernández; también consagrados como Vicente Vega y Rodolfo Carvajal; además del juvenil Franco Rizzi y el nacionalizado Braulen Soares Barboza... y René Torres.

Poca preparación para el debut. Marcado para inicios de septiembre en el estadio Centenario de Montevideo ante Uruguay. Los charrúas pese a ganar el Mundialito 1980, no habían ido al Mundial de verdad e iniciaban un camino que los llevaría hasta Puebla y los octavos de final de México 86. El conjunto de Omar Borrás tenía a tipos como Rodolfo Rodríguez, Eduardo Acevedo, Wilmar Cabrera, Arsenio Luzardo, Víctor Hugo Diogo, Mario Saralegui... y Fernando Morena.

Venezuela llevaba las de perder y Cata se decidió por un esquema más defensivo. El Centenario estaba hasta las banderas, como era el uso en la época. Cabrera abrió el tanteador en una mala salida de Baena en un primer tiempo tranquilo. Morena tuvo el segundo en un penal, en el que Baena no hizo mucho. El tercero lo metió Luzardo, mientras los criollos lo veían pasar.

El partido andaba tres a cero cuando pasó lo que todo el mundo (?) recuerda. Luis Acosta tiró una pared con Morena. El ídolo de Peñarol la iba a devolver cuando René Torres fue al choque y se llevó en el camino la pierna zurda del uruguayo. Morena cayó al suelo, presa del dolor. Torres se alejó un poco de la acción, el árbitro paraguayo estaba cerca pero cuando Cabrera levantó la pierna y se vio la gravedad de la lesión se desencadenó todo.

Lo contó el propio lateral derecho vinotinto años después: "Vino la reacción de los jugadores uruguayos y por suerte mis compañeros me protegieron y no llegaron a tocarme. El primero fue Luis Acosta porque era el puntero izquierdo y yo el lateral derecho, pero me di cuenta cuando se vinieron los defensas, el arquero Rodolfo Rodríguez. Fue una reacción normal porque Morena era el ídolo máximo y ellos trataron de compensar la situación que estaba viviendo".

Pasarían más de cinco minutos, mientras intentaban atender a Morena y mientras se calmaba el tumulto, incluyendo a Baena banderín en mano, para que Torres se fuese expulsado bajo una lluvia de monedas. Al rato lo acompañarían en el camerino, también expulsados, Roque y Simonelli.

El resto es historia conocida: Morena sufrió "doble fractura de tibia y peroné con movimiento hacia el exterior de los huesos", estuvo más de seis meses parado, nunca volvió a ser el mismo y no pudo ir al Mundial. A Torres simplemente lo querían matar esa tarde. Los jugadores y el público lo estaban esperando afuera del camerino. La selección esperó cinco horas para salir, se fue escoltada al hotel y en silencio se fue a Chile a seguir con las goleadas (?).

Torres, lateral que supo jugar en Estudiantes y Mineros -entre otros- y unos partidos más con la vino, tuvo su revancha en mayo de 1985 con aquel trallazo contra Argentina en Pueblo Nuevo. Uruguay jugó en el Brígido quince días después y ganó 2 a 1... claro René no jugó. A fin de cuentas, los charrúas le ganarían la final de la Copa a Brasil con victoria en Montevideo y empate en Fonte Nova.

Revancha es revancha, más allá de que este episodio sólo suma a la hoguera (?).

Uruguay 3 - Venezuela 0

4 septiembre 1983, Centenario, Montevideo, 70000 espectadores.

Uruguay: Rodolfo Rodríguez, Raúl Esnal, Eduardo Acevedo, Néstor Montelongo, Nelson Agresta, Washington González, Wilmar Cabrera, Jorge Barrios, Fernando Morena (Carlos Aguilera), Arsenio Luzardo, Luis Acosta. DT: Omar Borrás.

Venezuela: César Baena, René Torres, Oscar Torres, Pedro Acosta, Carlos Betancourt, Robert Ellie, Braulen Barboza, José Rodríguez (Nicola Simonelli), Nelson Carrero (Johnny Castellanos), Rodolfo Carvajal, Pedro Febles. DT: Walter Roque.

Goles: Cabrera 29', Morena 56'p, Luzardo 68'.

Expulsados: Torres 74', Acosta 74', Simonelli 85'.

Árbitro: Gabriel González (Paraguay).

Por Cóndor

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