Vega se hace el golLa vino es un equipo caribeño.
En el duelo para definir la supremacía (?) de la región -más si se toma en cuenta que Trinidad y Tobago está dando pena en Concacaf, Jamaica queda lejos (?), Guyana y Surinam nadie entiende con qué se comen (?)- terminó en tablas.
El partido fue feo. Colombia se engolosinó toda la noche, una en que llovió, hizo sol (?), volvió a llover y así. Venezuela fue con lo que pudo, sin su capitán sin banda porque estaba enfermo y al final el partido se definió por dos errores del contrario.
Mal Vega, gol de Colombia. Mal Perea, gol de Venezuela.
El tema es que ahora la fórmula es hacer como las selecciones del Caribe: ir a por toda Europa, vagando hasta conseguir a alguien con alguna ligazón (?) con el país y ponerle la camiseta. Eso de que el sueño del niño de jugar en el equipo de su estado y después saltar a la selección parece cosa del pasado.
Antes Amorebieta, vasco devenido en criollo -ahora llamado lacónicamente "El de Cantaura"-, ahora Feltscher, suizo que sólo sabe groserías en español y que no viene solo, sino en combo.
Contra Bolivia quizá sea el turno deJudas Julio Álvarez.
En el duelo para definir la supremacía (?) de la región -más si se toma en cuenta que Trinidad y Tobago está dando pena en Concacaf, Jamaica queda lejos (?), Guyana y Surinam nadie entiende con qué se comen (?)- terminó en tablas.
El partido fue feo. Colombia se engolosinó toda la noche, una en que llovió, hizo sol (?), volvió a llover y así. Venezuela fue con lo que pudo, sin su capitán sin banda porque estaba enfermo y al final el partido se definió por dos errores del contrario.
Mal Vega, gol de Colombia. Mal Perea, gol de Venezuela.
El tema es que ahora la fórmula es hacer como las selecciones del Caribe: ir a por toda Europa, vagando hasta conseguir a alguien con alguna ligazón (?) con el país y ponerle la camiseta. Eso de que el sueño del niño de jugar en el equipo de su estado y después saltar a la selección parece cosa del pasado.
Antes Amorebieta, vasco devenido en criollo -ahora llamado lacónicamente "El de Cantaura"-, ahora Feltscher, suizo que sólo sabe groserías en español y que no viene solo, sino en combo.
Contra Bolivia quizá sea el turno de
Por Shinto
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