Táchira sigue vivo.
Ganó un partido demasiado sufrido ante un equipo que tendría peo para hacerle partida a Carabobo.
Como los de aquí estaban demasiado tranquilos -parecían hasta confiados- se comieron un matracazo (?), que no los despertó del todo. Fue después, al rato, con el agua al cuello, que las cosas cambiaron.
Entraron los dos enanos y funcionó el más popular. Marlon fue el que algunas vez se pensó podía ser y Del Valle por fin hizo algo por la patria (?). Dos buenos goles y más calma para seguir sacando cuentas.
Los de San Cristóbal no juegan bien, eso ya está claro. Al diablo (?) la historia de buen toque que siempre caracterizó a Táchira. Dependen de Boca, que es mejor que haber dependido de un milagro.
Por Cóndor
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