Soñar no cuesta nada

Aparición estelar

Qué buena broma, chico.

El sorteo de la Libertadores, como siempre, marcó el final del año futbolero.

Esta vez quedó demostrado que JHG tiene mucho, pero muchísimo, más poder que nuestro mandamás Esquivel. El jeque de Margarita (?) de nuevo quedó reducido a acompañante en la ceremonia de Paraguay.

Así el elegante (?) argento puso a su equipo -justo campeón de la Sudamericana- a jugar la primera fase contra el, reconozcámoslo, conjunto más débil de toda la Copa -con el permiso de bolivianos y peruanos-. Es decir, contra Mineros.

El hierro echó a medio equipo a un mes del debut. Seguro va a ser el primer puntero del Clausura y lo van a vender como si fuese un cuco (?).

Lo del Unión fue hasta descarado. Si el Boca ¿del Dié? o el Cacique de Borghi o el mexicano de turno necesitan puntos, ahí está el buen cuadro del bien hablado chileno para conseguirlos. La gran expectativa del grupo es saber si Guaky (?) Di Martino le va a ir al xeneize o al equipo del que es dueño.

Al Caracas le tocó un poco mejor. Es que ya tiene chapa (?). San Lorenzo viene en bajada. Potosí va a vender a los viejos -lease Gatty Ribeiro y demases-. El brasileño va a venir con suplentes el último día, porque va a ser así. Y además, el Olímpico es un fortín. El rojo debería clasificar otra vez a octavos, no va a ser con los goles de Bastianini, pero va a pasar.

En enero empieza de nuevo el mejor torneo de clubes del mundo. Mientras toca esperar por novedades y otros periquitos de la Taça Santander Libertadores.

Por Cóndor