28.7.10

Misha de vinotinto (?)

¡Unión Soviética-Venezuela!

84 años.

Esa es la edad que los especialistas le establecen (?) a la selección nacional.

Nuestra historia está llena de buenos y malos episodios. Es normal, pasa en todos lados, aquí también.

Durante mucho tiempo se dijo que éramos un fútbol sin suerte. Pues bien, en un momento dado, hace 30 años, ella, caprichosa como una novia joven (?), le sonrió a los de aquí.

1980. La nación todavía no sabía lo que era el Viernes Negro, Portuguesa ya no era el gran equipo pero le alcanzaba para pelear y apenas aparecía Táchira en el panorama.

A principios de año, reunieron la selección y se la dieron a Plasencia. Tenía que ir a Colombia a jugar el torneo Preolímpico. Moscú, los soviéticos, la Guerra Fría (?), todo eso lucía lejano, pero había que ir a jugar.

La vino perdió con Brasil de arranque. Después apareció uno de esos triunfos en categorías menores ante Colombia que se celebran como si fuesen algo extraordinario (?). Argentina ganó luego y la selección goleó a Bolivia, reabriendo las opciones. Murieron con derrota ante Perú y empate con Chile.

Se acercaba el momento de los Juegos Olímpicos y se perfilaba el boicot de los países opuestos al régimen de los del gigante euroasiático. Con la verificación del mismo, en Sudamérica tocó replantear a los dos clasificados del balompié. Y llegó el día de la suerte para Venezuela.

Argentina y Perú se bajaron del torneo. Colombia, que quedó detrás de los sureños iba a Moscú. Venezuela venía en el cuarto lugar y tenía derecho a ser el otro clasificado. Brasil, el quinto, se quiso meter, pero a fin de cuentas se le dio la bienvenida a los criollos. Sí, por primera vez, el fútbol de este pedazo de tierra (?) iba a estar en un evento mundial.

Una preparación a la altura de las circunstancias (?) y adecuada al momento que vivía la disciplina: dos amistosos con Costa Rica... y viaje a Moscú. Los jugadores conocieron la URSS de cerca, estuvieron en la ceremonia inaugural, pudieron abrazar al osito Misha, conocer mujeres atletas de otras nacionalidades y echarles los perros como en cualquier Villa Olímpica decente, y además jugaron tres partidos.

El primero de los duelos, el 20 de julio de 1980, se jugó en el estadio Lenin (el hoy imponente Luzhniki) de Moscú. Un gentío vio como la CCCP que luego causaría sensación en canchas europeas pasaba por arriba de la vino, 4-0.

Luego, vino el partido que se recuerda de la participación nacional. La famosa derrota ante Cuba, 2-1, el 22. Cuando el juego estaba empatado, el árbitro español Guruceta validó un gol en el más evidente offside de la historia del fútbol olímpico, según dicen los que lo vieron. Además de que los caribeños se cansaron de pegar. Esa fue la eliminación.

Para cumplir, Venezuela obtuvo su único triunfo en la fase final de unos JJOO y el primero en un torneo de talla mundial. Fue ante Zambia, 2-1, el 24, on un gol en tiempo adicional de Bobby Ellie. Despedida aceptable para otro de nuestros mitos olvidados.

La experiencia se fue quedando envuelta entre las telarañas del tiempo. En 1996, en Mar del Plata el fútbol estuvo cerca de volver a las Olimpiadas. Sin embargo, tipos como Añor, Carrero, Febles, Sánchez, empezaron a vivir de la renta de ese 1980. Hasta un árbitro viajó por allá, Castro Lozada, al que le dieron un partido en primera ronda, como para justificar el viaje (?).

Por Cóndor

1 comentario:

NIkO! dijo...

Oye gracias tus post tb están interesantes.

http://futboldepinga.blogspot.com